sábado, 5 de julio de 2008

Parir sin desgarrarse y conservar el periné integro


Parir sin desgarrarse y conservar el periné integro es una meta para todas las parturientas. Nos encanta conservar nuestros genitales completos e intactos. Mucha gente cree que la integridad de la vagina y del periné en el parto son una cuestión de suerte, fortuna o un regalo que depende de las fuerzas que concurren en el momento del parto. Hay bastante folklore en torno a preparar o masajear el periné en el embarazo. Ninguna otra especie de mamíferos hace algo así. Decirle a una mujer que se de masajes en el periné durante el embarazo supone una falta de confianza en sus tejidos, que están perfectamente diseñados para parir al bebé.

El trabajo para conseguir un periné intacto hay que iniciarlo mucho antes del parto. Se trata de explicar la sensaciones que se notan conforme la cabeza del bebé estira los tejidos, y alertar a la madre de los riesgos que tiene empujar, con el fin de ayudar a la mujer a tener un expulsivo suave para el bebé y para ella. Las mujeres tienen muchas ganas de escuchar durante las charlas prenatales la realidad del parto.

En los siguientes puntos resumo la información que yo les doy sobre la segunda fase del parto, lo que se conoce como "expulsivo". Empezarás a tener ganas de empujar cuando sientas una sensación como de tener que defecar, una presión en el culo. En esta parte no tendremos ninguna prisa. Te conectarás con tu cuerpo y procurarás no impacientarte. Esto permitirá que tu cuerpo libere hormonas para tu periné que lo reblandecerán al máximo para el momento en que la cabeza del bebé lo estire. La presión en tu culo se hará más fuerte, hasta que tengas la sensación de que te estás partiendo en dos y de que no lo puedes soportar. Esto es normal y ninguna mujer se ha roto en dos, así que tú no vas a ser la primera que lo haga. Como ya habrás aprendido que esto es lo normal te relajarás y verás que ésta es una sensación interesante y extraña. Tal vez incluso pienses "Vaya, Gloria me dijo que sentiría esto y tenía razón. Supongo que esto ocurre desde los principios de la humanidad..." . Lo siguiente que sentirás será como una quemazón intensa y pinchazos justo alrededor de la entrada a la vagina. Esto es lo que muchas mujeres describen como el "círculo de fuego" porque rodea toda la abertura de la vagina. En este momento te saldrá de manera instintiva el llevarte la mano a la vulva que está prominente e intentar sujetar por donde sale la cabeza del bebé. Este instinto lo debes seguir. Parece ser que realmente es útil poner ahí tus propias manos. A veces a las mujeres les gusta tener paños calientes en el periné en este momento, así que si los quieres hazmelo saber. Si te gusta el calor lo dices, y si no te gusta pues dilo también. Haremos lo que a ti te apetezca.

La mayoría de las mujeres prefieren el expulsivo a la dilatación. Cuando estás empujando sientes que por fin avanzas y que realmente hay una meta al final de todo tu esfuerzo. Es un momento en el que tienes concentrarte al máximo y centrarte en ti misma. No permiteremos que nadie hable en la habitación. Todos permaneceremos en silencio entre las contracciones y respetándote mientras tu aprovechas para volver a concentrarte en ti misma. Cuando empiezas a sentir el círculo de fuego, no hay ninguna prisa. Te animaré a que empujes como te apetezca hasta que la cabeza esté coronando (cuando la mayor parte de la cabeza ya es visible) .

Lo único que tocará tus partes será el paño caliente y tus manos. Es muy importante que la matrona mantenga las manos alejadas porque en ese momento tus tejidos están hinchados y llenos de sangre, y sólo con apretarte con los dedos te puede hacer un moratón o raspazo. Esto puede producirte un desgarro. Utilizaremos un espejo de plástico y una linterna para ver como vas y así poder orientarte. No os tocaremos ni a ti ni al bebé.

El momento de la coronación (cuando sale la cabeza) es muy intenso y requiere que te concentres exclusivamente en notar la sensación de quemazón como una sensación segura y sana que no se parece a nada que hayas sentido antes. Tal vez oigas una voz malvada dentro de ti que te dice: "venga, empuja fuerte de una vez y así acabarás ya, que más da si te desgarras, lo que quieres es acabar de una vez por todas y que esa cabeza salga ya de tu culo!". Esta voz malvada no te va a ayudar, así que le das gracias y luego te dices a ti misma: "venga, aguanta así. Vas muy bien. Si paso el tirón jadeando y me aguanto las ganas de empujar seguiré fiel a mis propósitos, no me desgarraré y a la larga estaré mucho mejor". Tu matrona sólo te dará consejos positivos de la forma más sencilla posible para que no te desconcentres. Típicamente te dirá cosas como: " Muy bien, Linda, suave....suave...suave....aguanta aguanta conmigo....has....hah....ha.......Muy bien, ya hemos acabado con esta. Te estás abriendo divinamente, hay muchísimo sitio para tu bebé, tu hija tiene el tamaño ideal para pasar..."

Te ofreceremos agua y una pajita porque la hidratación es importante en el expulsivo. Puedes beber o dejarlo, lo que te apetezca Cuando la cabeza haya terminado de salir notarás un inmenso alivio. Entonces tienes que seguir centrándote en la siguiente contracción, que hará que salgan los hombros del bebe. Luego todo el cuerpo del bebé saldrá rápidamente con muy poco esfuerzo por tu parte. Te subiremos al bebé sobre tu piel desnuda en ese momento y verás como es lo más alucinante del mundo tener a ese pegajoso, resbaladizo, y maravilloso bebé contigo fuera de tu cuerpo.

Tal vez notes tu periné muy reblandecido, y aunque te extrañe lo que mejor va en ese momento es ponerte unos paños o compresas húmedos con agua muy caliente. Esto coincide con una teoría de la medicina china de que nunca hay que poner nada frío sobre la madre o el bebé. Las mujeres dicen que se sienten mucho mejor en cuando se les aplica el calor y la hinchazon disminuye en seguida. Cuando salga la placenta notaras como si un tampón muy grande y suave se escurriera. Es un sentimiento hermoso completar todo el proceso del parto con la salida de la placenta.

Cuando una madre recién parida conserva el periné intacto se recupera antes y mejor del parto. A mi me gusta enrollar una toalla y hacer con ella un círculo sobre el cual la madre se siente mientras da de mamar. Las relaciones sexuales se pueden reanudar cuando la pareja se siente preparada, y a veces un poquito de aceite de oliva o de almendras viene bien como lubricante al principio.

Parir como las Diosas


Parir como las Diosas: recuperando el parto vertical, por Analía Bernardo

Mujeres urbanas están comenzando a reclamar el parto vertical, sentadas o en cuclillas, que aún practican de manera satisfactoria las indígenas y campesinas en distintas partes del planeta. Figuras arqueológicas muestran a diosas y a mujeres pariendo desnudas en estas posiciones. Una de ellas, con seis mil años de antigüedad, muestra a la Gran Diosa de Catal Hüyük(Anatolia, hoy Turquía) pariendo desnuda sentada en un trono, flanqueada por dos leopardos sobre los que apoya coronar. El trono de gobierno de esta primigenia Diosa de la Vida es la silla de parto de la mujer prehistórica del neolítico agrícola.

En Australia, la Serpiente Arco Iris fue pintada en una cueva como una

parturienta desnuda y con las piernas abiertas y flexionadas -en forma de m-luego de haber parido a las madres de los ancestros australianos queaparecen en la pintura rupestre debajo de la diosa creadora.

En Mesoamérica, los aztecas esculpieron una hermosa escultura de Tlazolteotl(la diosa luna de la fértil tierra, patrona del erotismo, del parto y del destino) pariendo desnuda en cuclillas, las manos sobre sus nalgas y la boca abierta mostrando los dientes y gritando mientras emerge un bebé hacia abajo y mirando hacia adelante de entre sus piernas. Tlazolteotl apoya sus pies sobre unos tacos de pocos centímetros elevando los talones para así estabilizar la postura.

Una Pachamama pariendo en cuclillas, con la luna, el sol y las estrellas pintados sobre el rostro, fue desenterrada en Villa Las Rosas, ciudad de Salta, Argentina. Una de las tantas imágenes que representan el conocido parto vertical precolombino como así también el poder sagrado de la Diosa Tierra (1). Los gestos y actitudes de estas y otras diosas son un reflejo de las prácticas y tradiciones de las mujeres respecto del parto, a la vez que el parto vertical y en cuclillas de las diosas es un arquetipo femenino creador de la vida y de la cultura.

Estas prácticas persistieron en las primeras sociedades patriarcales de Occidente como eran la griega y la romana. La diosa Ilitia, patrona de las parturientas y las parteras griegas, suele aparecer arrodillada

representando tanto a la partera como a la parturienta en una variante de la posición en cuclillas. Y durante el Imperio Romano se tallaron frisos que muestran la forma en que parían las mujeres: sentadas en un sillón mientras que la partera espera arrodillada y otra mujer sostiene a la parturienta por debajo de los brazos (2).

En las crónicas sobre el Buda, que se remontan al siglo V A.C., encontramos a la reina Maya pariendo parada. Ella viajaba con su cortejo y a medio camino comenzó el trabajo de parto. El cortejo se detuvo y la reina se adentró en el bosque junto con sus doncellas, que formaron un círculo en torno a ella. Maya tomó con sus dos manos la rama flexible de un árbol y comenzó a parir en forma vertical al pequeño príncipe. Una estatuilla procedente de la India del siglo XVI sigue mostrando esta forma de dar a luz: una mujer parada junto a dos mujeres, una a cada lado, a las que abraza apoyando sus brazos en los hombros de sus compañeras pudiendo de esta manera poner los pies sobre la tierra y flexionar las rodillas; bajando y subiendo el cuerpo con cada contracción. Las dos compañeras llevan frascos con preparados de hierbas que aplican masajeando el vientre de la parturienta.

Las tres figuras se completan con la partera arrodillada recibiendo al niño o niña que emerge cabeza abajo.

En la Europa cristianizada el parto seguía estando en manos de las mujeres y de las parteras, que heredaron estas prácticas ancestrales. Sin embargo, la persecución de las brujas -muchas de las cuales eran parteras experimentadas- y la naciente medicina moderna durante el Renacimiento transformaron progresivamente el parto natural vertical en una enfermedad y a la parturienta en una paciente débil y sin conciencia que debía permanecer en posición horizontal en la cama, y más tarde en el hospital. Esta inmovilidad y debilitamiento psicofísico estaba sustentado por otras posiciones sexuales, sociales, religiosas y económicas de opresión. El parto horizontal en la cama matrimonial es consecuente con la postura de la mujer durante el acto sexual y está asociado con estar enferma en la cama y con

entregar el cuerpo al accionar del médico.

En Argentina, el gobierno de Néstor Kirchner ha presentado un proyecto para "humanizar el parto". Este reconoce el derecho de la parturienta a estar acompañada por una persona de su confianza durante el parto. Hay países donde en clínicas privadas también se permite esta compañía, pero es apenas un primer paso, insuficiente para cambiar las prácticas médicas del parto horizontal. Esta presencia podría aminorar el maltrato psicofísico que sufren las parturientas en hospitales y clínicas, públicas y privadas, siempre y cuando el/la acompañante no termine aliándose con el médico y reforzando el sometimiento de la mujer o desmayándose y generando culpas en la parturienta. Parecería más conveniente que la mujer vaya acompañada por una mujer (familiar o una amiga) que ya haya pasado por la experiencia del parto y tenga una conciencia formada de respeto y dignidad hacia la mujer

que está dando a luz.

La compañía durante el parto no toca ni modifica las prácticas médicas del parto horizontal en sí mismas, entre las cuales, según la nota "Parir" del suplemento Las 12 (3), están atar a las parturientas a las camillas, silenciarlas, no dejarlas deambular ni ponerse en cuclillas. Una práctica patriarcal en la que, según especialistas consultados, la corporación médica se apropia del parto, maltratando con expresiones desvalorizantes a las parturientas, tratándolas como niñas tontas y culpabilizándolas si el parto se alarga o se complica, cuando en realidad es la misma posición horizontal la que alarga y complica el parto, aumentando el sufrimiento de la mujer y del feto que debe transitar por un canal que se ha estrechado e ir en contra de la ley de la gravedad mientras que la madre, inmovilizada, no dispone de

todo su cuerpo para parir.

Esta evidencia ampliamente certificada por médicos especialistas en parto vertical es constantemente ignorada en las facultades de medicina de nuestro continente. Al enseñar e imponer aquella posición antinatural que anula la energía corporal y la conciencia de la parturienta para moverse y dirigir el parto, la corporación médica le da la espalda a milenios de experiencia femenina. Las hembras sapiens han parido a la humanidad en cuclillas y en posición vertical desde la prehistoria y aún lo siguen haciendo en grandes áreas del planeta con éxito y eficacia, pariendo más rápido y con menos dolor.

El parto horizontal rompe con esta experiencia milenaria presentándose desde hace apenas unos pocos siglos como la única forma aceptable y exitosa de parir, lo cual es parcial y cuestionable. Una nota de la revista argentina Clarín daba cuenta tiempo atrás del éxito del parto en cuclillas entre mujeres indígenas del sur del Brasil, con menos complicaciones que las mujeres occidentalizadas. Sin embargo, pocas veces las corporaciones médicas toman en cuenta la experiencia de las mujeres, menos aún la de los pueblos originarios, y desacreditan ese saber desde el más puro androcentrismo. Una imagen sintetiza esta negación. En libros de obstetricia y enciclopedias de divulgación médica se suele mostrar el perfil de una embarazada parada con

el bebé saliendo por el canal de parto, arqueándose a través del mismo, emergiendo hacia abajo y adelante. Esta imagen del parto natural-vertical luego es negada en la práctica médica con el parto horizontal.

Con todo, en estos últimos años han surgido agrupaciones de mujeres, médicos y parteras que vuelven a estas ancestrales prácticas integrándolas a los conocimientos modernos. La cuestión de fondo es saber si el Estado modificará el parto horizontal en la enseñanza y práctica médica para que los beneficios del parto vertical lleguen a las mujeres de todos los sectores a través de una política de género que humanice el parto de manera integral y en consonancia con los derechos de las mujeres.

Como en muchos otros temas de la problemática femenina, los símbolos y

creencias religiosas pueden jugar a favor o en contra. Tener un dios

masculino que crea sólo con la palabra y saca a la mujer de la costilla de Adán, por ejemplo, cuando en el mundo natural ninguna mujer nace de un varón y ninguna hembra (o varón) de un macho, es un modelo simbólico muy distinto a tener primigenias diosas que crean con sus cuerpos desplegados, dinámicos my concientes; accionando durante el propio parto y sobre la creación que,están llevando a cabo.

La influencia del modelo religioso cristiano puede verse en la práctica del parto horizontal donde el médico aparece como creador. Es él quien "saca el bebé del cuerpo de la mujer", el que "lo trae al y dirige el parto mientras que la parturienta es una participante pasiva y asustada que sólo puede mirar al techo de la sala de partos y acatar órdenes sin demasiada conciencia de lo que sucede en su cuerpo ni lo que otros hacencon él.

En posición horizontal la mujer no ve nacer a su hijo o hija, el médico sí.

La parturienta asume una posición incómoda, limitada y dolorosa para que el médico se mueva cómoda y libremente.

Por otra parte, haber pasado de aquellas diosas creadoras con cuerpos

desnudos y activos a la figura de María como modelo femenino ejemplar, ha tenido consecuencias directas sobre la experiencia del parto como así también sobre el cuerpo, la sexualidad, la anticoncepción y la conciencia autónoma de las mujeres.

A María nunca se la representó pariendo y pocas veces embarazada o dando de mamar. "La Madonna del Parto" de Piero della Francesca (1460) es uno de los pocos frescos donde la Virgen aparece con un prominente vientre de nueve meses, parada y con un vestido medieval color verde mientras dos ángeles abren las cortinas de la cueva-tienda para dejar a la vista a la que va a parir (4).

Muchas veces se ha comparado la vida de Buda con la de Jesús. Sin embargo, el parto de María ha sido ocultado, reforzando la pasividad e ignorancia de las mujeres occidentales sobre el cuerpo y la sexualidad femenina. O bien ridiculizado, como cuando las monjas de mi escuela primaria nos decían que

Jesús había nacido de la rodilla derecha de María y que ella no había

sentido nada. De la misma manera las madres tuvieron que mentir a sus hijas sobre el proceso natural del parto con aquello de "salir de un repollo" o "venir de Paris".

Aún en las películas, María suele aparecer pariendo acostada

convenientemente tapada, cosa que ninguna mujer de su época haría, más aún si iba a tener que asistirse a sí misma, ya que los relatos bíblicos no mencionan partera alguna. Entonces su posición habría sido permanecer sentada o en cuclillas, pariendo sobre unas mantas. Además, el arte cristiano persiste en presentar a María con un cuerpo femenino

preadolescente, sin pechos desarrollados y sin curvas, pronunciadamente delgado. Hasta hubo épocas, como la colonial en América Latina, en la que la iglesia católica prohibió a los artesanos modelar el cuerpo de la madre de Jesús exceptuando el rostro y las manos montadas sobre un soporte, oculto debajo de los amplios vestidos de la Virgen.

El mandato aceptado por María de "hágase en mí según su voluntad", es decir la del dios masculino, ha sido otro elemento simbólico para subordinar el cuerpo y la conciencia de la mujer durante el parto horizontal al poder del médico patriarcal.

Para las mujeres de culturas precristianas, parir verticalmente asistidas por parteras experimentadas y acompañadas por parientas que ya han pasado por esa experiencia iniciática, era un importante ritual femenino que expresaba la dignidad y el poder de la mujer dentro de la comunidad. Y allí estaban las diosas y las Pachamamas para guiar a las mujeres con actitudes y posturas que liberaban las energías del cuerpo y del alma en el momento de parir y en otras situaciones.

Los movimientos y contorsiones de la que está dando a luz en posición

vertical dieron origen a muchas danzas del vientre y, el lugar del parto a un espacio sagrado, cálido y protegido que los templos reprodujeron con capillas, arcos y formas vaginales y uterinas. Los gemidos y gritos de la parturienta, sus instintos liberados, sus sensaciones orgásmicas y la técnica de parto vertical en sí misma servían de instrucción para las novatas que eventualmente presenciaban el parto. Y en un caso de emergencia podían parir solas.

Indígenas latinoamericanas suelen hacerlo, dando a luz en cuclillas sobre la tierra depositando al bebé con su vagina sobre una manta o un colchón de hojas y recibiéndolo con sus propias manos.

En medios urbanos esto también suele suceder cuando una joven da a luz sobre el piso del baño siendo ella misma, partera y parturienta.

¿Por qué en nuestra sociedad las mujeres no presenciamos el parto de otras mujeres y sólo comenzamos a tener una vaga idea cuando ya estamos en la camilla de parto horizontal sin poder ver y decidir? Ver anticipadamente la práctica del parto horizontal -y del vertical- brindaría a las mujeres una mayor conciencia sobre lo que ocurre con sus cuerpos y sobre cuáles son las posibilidades para parir de otra manera más satisfactoria.

Imagino que la corporación médica, tarde o temprano, tendrá que asumir su propio "complejo de útero" y dejar de proyectarlo como sombra sobre las parturientas, oscureciendo sus conciencias, cuerpos, instintos, biología e intuición. Si ellos no están dispuestos a arrodillarse –casi reverencialmente- ante la mujer que está dando a luz, a escuchar sus gritos, a esperar mientras ella camina y deambula, sin ser rasurada ni tajeada, será muy conveniente que se corran a un costado y dejen a médicas/os, obstetras y parteras que sí están dispuestos a una nueva, y ancestral, cultura del parto donde la parturienta pueda reencontrarse con su cuerpo y con su poder creador, posicionándose como la protagonista del mismo.

La mayoría de las mujeres aceptan el parto horizontal-patriarcal porque no conocen otra cosa que hospitalizarse como enfermas. Modificar esta situación no sólo corresponde al Estado, las facultades de medicina y a la práctica médica sino a las mismas mujeres que tendremos que cambiar física y , mentalmente las actitudes hacia el parto.

* escritora y periodista, experta en tradiciones de las diosas

analiabernardo@yahoo.com

Nota publicada en el suplemento de la mujer LA TRIPLE JORNADA, nº 69, mayo 2004, La Jornada (México)

triple@jornada.com.mx

1.Las figuras de diosas y mujeres pariendo que se mencionan en la nota, se pueden encontrar en el libro La Diosa, de Adele Getty, Editorial Debate, con excepción de la figura de Pachamama en "Argentina Indígena" de Ibarra Grasso, ed. Tea.

2. Historia de las Grandes Civilizaciones, Tomo II. Viscontea.

3. Diario Página 12, 17-10-03

4. La Diosa, de Adele Getty

PLAN DE PARTO Y NACIMIENTO

PLAN DE PARTO Y NACIMIENTO

¿QUÉ SIGNIFICA REALIZAR UN PLAN DE PARTO NACIMIENTO?

Realizar un plan significa trazar una estrategia que nos permita llegar a un objetivo deseado. En el caso de parir y nacer, sabemos que el objetivo superior consiste en una madre y un recién nacido sanos.

Sin ir en perjuicio de este bien máximo, sabemos que también hay otras circunstancias que pueden hacer que la experiencia sea intima, familiar, propia y asistida en un marco de seguridad y respeto o lamentablemente todo lo contrario.

Cuanto más en claro se tenga el objetivo, más fácil será plantearse alternativas que permitan que éste se cumpla a pesar de que muchas veces dentro del sistema actual se haga difícil.

En ocasiones cuando una mujer le plantea al médico o la institución cuales son sus deseos y necesidades puede generar más resistencia.

Frente a esto hay que buscar creativamente dentro de los recursos disponibles para cada uno.

Sin duda esto constituye todo un desafío, pero consideramos que merece la pena intentarlo a favor de una sociedad en donde se hagan valer los derechos.

GUÍA PARA ELABORAR UN PLAN DE PARTO Y NACIMIENTO

Cuestiones a considerar y preguntas a formular antes de elaborarlo

Primero deberíamos pensar:

¿qué clase de parto queremos? y ¿qué recibimiento queremos darle a nuestro hijo/a?

Y luego ver :

· Cuestiones a considerar con respecto a la institución elegida (Maternidad u hospital público, sanatorio o clínica privada)

· Cuestiones a considerar con respecto a los profesionales: partera, obstetra y neonatólogo, incluyendo preguntas para el parto en casa

Cuestiones a considerar con respecto a la institución elegida (Maternidad u hospital público, sanatorio o clínica privada)

Por lo general las respuestas a estas preguntas las dan las mismas personas que trabajan allí, pero también consideramos adecuado el recabar información de otros usuarios que se atendieron en el mismo lugar. Pueden existir diferencias entre lo que teóricamente plantea una institución y el modo en como realmente se realizan las prácticas.

Cabe plantearse lo siguiente respecto de la accesibilidad y política de atención:

· ¿A qué institución tengo acceso por mi zona o por mi obra social o prepaga?

· ¿Esta institución conoce la existencia de la Ley 25929 de derechos en el nacimiento?

· ¿Además de tener conocimiento se cumple con la Ley en esta Institución?

· ¿Estoy dispuesta a viajar para recibir atención prenatal?

· ¿He recibido suficiente información y opiniones de todas las fuentes que podía obtener acerca de la calidad de atención que se brinda tanto técnica como humana?

· ¿Es “Hospital Amigo de la Madre y el Niño”? (Iniciativa de UNICEF a favor de la lactancia) ¿Realmente la cumplen?

· ¿Cuál es el punto de vista del personal acerca del parto y el nacimiento?

· ¿Estoy yo de acuerdo?

· ¿Hay un médico obstetra de guardia permanente para las urgencias?

· ¿Dispone de una unidad de cuidados especiales para bebés?

· ¿Tiene sistema abierto para que pueda llevar a mi propio equipo de profesionales (partera, médico, neonatólogo) para que me asistan a mí y a mi hijo?

· ¿Puedo llevar a mi propia partera para que me acompañe y atienda durante el parto?

· ¿Qué clase de comodidades tendré a mi disposición?

· ¿Debo llevar mis propias sábanas, ropa de cama u otros efectos personales?

· ¿Puedo utilizar mi propia ropa y demás efectos personales?

· ¿Podré deambular todo lo que quiera durante el trabajo de parto? ¿Podré trasladarme caminando a sala de partos?

· ¿Me atenderán las mismas personas durante todo el parto? (En el caso de un hospital público)

· ¿Puedo conocer con anterioridad la sala donde va a transcurrir mi trabajo de parto y el parto?

· ¿De qué comodidades disponen?

· ¿Tienen baño?

· ¿Tendré que compartir el lugar con otra parturienta?

· ¿Cómo es la camilla o el sillón de partos?

· ¿Podré dar a luz en la posición que prefiera?

· ¿Podré estar acompañada por la persona que yo designe durante el trabajo de parto y el instante mismo del nacimiento?

· ¿Consideran que es adecuado separar al niño/a recién nacido de su madre para realizarle controles de rutina

· ¿Cuáles son los horarios de visita?

· ¿Cuál es la disponibilidad de la institución respecto de los calmantes, la analgesia peridural , el monitoreo electrónico?

· ¿Podré comer y beber cuando lo desee?

· ¿Cuál es la política del hospital o maternidad públicos respecto de las inducciones, conducción del trabajo de parto, episiotomías, cesáreas y partos con fórceps?

· ¿Disponen de métodos para prevenir y tratar hemorragias puerperales?

· En caso de que mi bebé requiera internación ¿permitirán la permanencia irrestricta mía y de su padre? ¿Podrán visitarlo otros familiares?

· ¿Nos brindarán comodidades y facilidades para nuestra estadía en la institución mientras dure la internación de nuestro bebé?

· ¿Cuál es el índice de cesáreas, de episiotomías, de inducciones y de partos por fórceps y/o ventosas?

· Si tienen que realizarme una cesárea ¿podrán acompañarme mi pareja o alguna persona amiga? ¿Podrá estar también mi partera?

Cuestiones a considerar con respecto a los profesionales:

A todos sería bueno preguntarles si conocen la Ley 25929 de derechos en el nacimiento, la Propuesta Normativa Perinatal del Ministerio de Salud de la Nación y las Recomendaciones de la OMS respecto de la atención perinatal.

La partera:

· ¿Cuál es su rol?

· ¿Qué formación y que experiencia tiene?

· ¿Da clases de preparación para el parto?

· ¿Con qué modalidad y contenido? ¿Cuánto cuesta?

· ¿Para las parejas y acompañantes también?

· ¿Qué ideas tiene con respecto a la atención que debe brindarse durante el parto y nacimiento?

· ¿Trabaja sola o con otras parteras?

· ¿Trabaja en colaboración con un médico? ¿Quién?

· ¿Qué cuidados prenatales me va suministrar?

· ¿Qué piensa de la utilización de prostaglandinas y del desprendimiento de membranas para desencadenar el parto?

· Si evaluara que es necesario me informará previamente?

· ¿Cree usted que el rasurado y las enemas son útiles?

· ¿Qué piensa respecto de la inducción del parto? ¿Y de la conducción del parto?

· ¿En que circunstancias consideraría romper las membranas?

· ¿Cree que el monitoreo electrónico es una ayuda necesaria en todos los partos?

· ¿Le preocuparía que el parto fuese prolongado?

· ¿Qué piensa acerca de la posibilidad de deambular y de las técnicas de respiración como ayuda para disminuir el dolor?

· ¿Cuántos tactos suele realizar?

· ¿Qué drogas suele suministrar para disminuir el dolor durante el parto?

· ¿Qué opina acerca de que tenga a mi bebé de pie o en cuclillas?

· Le molestaría utilizar luces tenues durante el parto?

· ¿Concurre a domicilio para los controles prenatales o cuando comience el trabajo de parto?

· ¿Me acompañara desde el momento que yo necesite?

· ¿Cómo puedo ubicarla?

En el caso que la partera asista partos domiciliarios

· ¿Trabaja sola o con otras parteras?

· ¿Trabaja en colaboración con un médico? ¿Quién y qué especialidad tiene?

· ¿De qué elementos dispone para resolver alguna complicación que requiera atención antes de realizar el traslado a la institución?

· ¿En qué situaciones decidiría usted el trasladado?

· ¿Está autorizada a ingresar a la institución a la cual yo tengo acceso?

· ¿Continuará acompañándome dentro de la institución?

· ¿Está capacitada para reparar un desgarro o realizar una episiotomía?

· ¿Está capacitada para reanimar a mi bebé en el caso que lo necesite?

· ¿Está capacitada para controlar u/o detener una hemorragia post parto

· ¿Está capacitada para realizar el examen físico al recién nacido?

· ¿Cuáles son sus honorarios y qué incluye?

· ¿Qué otros gastos tendré?

Al obstetra:

· ¿Cuál es su rol?

· ¿Qué formación y que experiencia tiene?

· ¿Trabaja solo/a o con una partera?

· ¿Quién designa la partera? ¿Puedo llevar a mi partera?

· ¿Puede acompañarme la persona que yo elija durante el trabajo de parto, el parto y / o cesárea?

· ¿Qué piensa acerca de la posibilidad de deambular y de las técnicas de respiración como ayuda para disminuir el dolor?

· ¿Qué drogas suele suministrar para disminuir el dolor durante el parto?

· ¿Le molestaría utilizar luces tenues durante el parto?

· ¿Con cuanta frecuencia practica episiotomía?

· ¿Qué opina acerca de que tenga a mi bebé de pie o en cuclillas?

· ¿En que situaciones consideraría usted que es necesario practicar una operación cesárea?

· ¿Qué ideas tiene con respecto a la atención que debe brindarse durante el parto y nacimiento?

· ¿Trabaja en colaboración con otro médico?

· ¿Qué cuidados prenatales me va suministrar?

· ¿Qué piensa de la utilización de prostaglandinas y del desprendimiento de membranas para desencadenar el parto?

· ¿Si evaluara que es necesario me informará previamente?

· ¿Cree usted que el rasurado y las enemas son útiles?

· ¿Qué piensa respecto de la inducción del parto? ¿Y de la conducción del parto?

· ¿En que circunstancias consideraría romper las membranas?

· ¿Cree que el monitoreo electrónico es una ayuda necesaria en todos los partos?

· ¿Le preocuparía que el parto se prolongase?

· ¿Cuántos tactos suele realizar?

· ¿Qué piensa de la episiotomía? ¿cuándo la realiza?

· ¿Cuándo corta el cordón? ¿Puedo hacerlo el padre?

· ¿Cuántas personas están presentes en sala de partos? ¿Por qué y para qué?

· ¿Podemos quedarnos a solas unos momentos con el bebé inmediatamente después de su nacimiento si lo deseamos?

· ¿Cuánto tiempo considera que es necesario permanecer internada por parto normal? ¿Cuánto en caso de cesárea? ¿Por qué?

En el caso que el obstetra asista partos domiciliarios

· ¿Trabaja en colaboración con otro médico o con partera?

· ¿De qué elementos dispone para resolver alguna complicación que requiera atención antes de realizar el traslado a la institución?

· ¿En qué situaciones decidiría usted el trasladado?

· ¿Está autorizado a ingresar a la institución a la cual yo tengo acceso?

· ¿Continuara acompañándome dentro de la institución?

· ¿Está capacitado/a para reanimar a mi bebé en el caso que lo necesite?

· ¿Cuáles son sus honorarios? ¿Y que incluye?

· ¿Qué otros gastos debo tener en cuenta (por ej. en caso de cesárea: anestesista, asistente, instrumentadora, etc.)

Al neonatólogo:

· ¿Cuál es su rol?

· ¿Qué formación y que experiencia tiene?

· ¿Qué opina del contacto inmediato piel a piel de la mamá y el bebé?

· ¿Realiza los primeros controles al bebé estando sobre la mamá´?

· ¿Está a favor de la lactancia? ¿Estimula su inicio dentro de la primera hora de vida?

· ¿Cuándo considera oportuno cortar el cordón?

· ¿Considera necesario la introducción de la sonda oro-gástrica y anal?

· ¿Realiza prácticas alternativas a estos procedimientos?

· ¿Cuándo coloca las gotas en los ojos? ¿Y qué gotas coloca?

· ¿Está de acuerdo en el suministro por vía oral de vitamina K?

· ¿Solicita que la temperatura de la sala de partos sea la adecuada para el bebé?

· ¿Esperará unas horas antes de medirlo y pesarlo?

· ¿Fomenta la internación conjunta? ¿Posibilitará que no me separen de mi bebé?

· ¿Cuánto tiempo de internación tendrá mi bebé? ¿Por qué?

· ¿Está dispuesto a explicarnos cuáles son los estudios y controles necesarios para nuestro bebé y respetar nuestro consentimiento?

En el caso que el neonatólogo asista nacimientos domiciliarios

· ¿De qué elementos dispone para resolver alguna complicación que requiera atención antes de realizar el traslado a la institución?

· ¿Está capacitada/o para reanimar a mi bebé en el caso que lo necesite?

· ¿En qué situaciones decidiría usted el trasladado?

· ¿Está autorizado a ingresar a la institución a la cual yo tengo acceso?

· ¿Continuara asistiendo a mi bebé dentro de la institución o si presenta alguna patología?

· ¿Cuáles son sus honorarios? ¿Y qué incluye?

Luego de esta larga lista de preguntas podremos pensar un plan de parto y nacimiento que responda a nuestros deseos y necesidades, eligiendo entre las diferentes alternativas. Si querés hacer una presentación formal a la institución y/o profesionales te sugerimos que redactes tu consentimiento informado de acuerdo a lo que elaboraste en el plan.

¿Qué es parto natural?





La expresión parto natural en muchos ámbitos se interpreta como una nostálgica vuelta al pasado: parir sin epidural, sin oxitocina, parir sin esto y sin lo otro. Allí donde la tasa de cesáreas es alta (España y Sudamérica, por ejemplo), hay quien utiliza ese término para referirse a un parto vaginal.

Pero parto natural no es simplemente un parto "sin", sino aquel que se produce gracias a la maravilla de la fisiología, y en el que los procedimientos obstétricos se aplican únicamente en caso de necesidad. Es lo opuesto al parto medicalizado, atendido por la obstetricia convencional, en el cual la tecnología sustituye la fisiología de la mujer, desvirtuando la experiencia del nacimiento, y generando riesgos innecesarios para la madre y el bebé. En el primer caso la técnica está al servicio de la naturaleza, en el segundo, la naturaleza es doblegada por la técnica. Las tasas de cesáreas en los países y hospitales que respetan los procesos naturales no suelen superar el 10%. Cuando la asistencia es de corte intervencionista, la tasa de cesáreas siempre es superior.

No es posible asistir dignamente a una mujer parturienta sin comprender la verdadera naturaleza del parto: es un acontecimiento involuntario, tanto como el sueño o el orgasmo, aunque mucho más complejo. Todos sabemos lo que ocurre cuando uno trata de controlar o dirigir mentalmente estos procesos: simplemente no ocurren. La sola pretensión de controlar un proceso involuntario lo inhibe, y eso es lo que sucede con el parto hospitalario. Ese es el motivo por el cual cuando la mujer llegar al hospital, la dilatación a menudo se estanca. Cuando el parto se inhibe, se prepara el terreno para todo tipo de procedimientos que sustituyen la función de una naturaleza que en estas condiciones, obviamente, no puede funcionar: estimulación con oxitocina, episiotomía, anestesia, fórceps, cesáreas innecesarias… se sustituye un proceso natural sofisticado y sabio por un conjunto de técnicas encaminadas a resolver los problemas a menudo creados por ella misma. Y también para someter un proceso con un ritmo propio al ritmo acelerado que establece el hospital.

Dice Michel Odent que de las muchas preguntas que se hacen los estudiantes de obstetricia hay una que continúa ausente de los planes de estudios.

Esa pregunta es ¿Cuáles son las condiciones idóneas para un parto fluido?.

Intimidad, seguridad y apoyo emocional

Lo mejor que podemos hacer para favorecer un proceso involuntario es conocer y crear las condiciones idóneas para que se produzca solo. Puede resultar paradójico que la única forma de "humanizar" el parto sea recapitulando el hecho de que somos una especie "mamífera". El parto es un acontecimiento instintivo, llevado a cabo por nuestro cerebro mamífero, y en el que la participación de nuestra mente racional tiene un efecto contraproducente. Lo más que se puede hacer es rendirse a la experiencia y permitir que ocurra, para lo cual el ambiente en que transcurre y la calidad humana y actitudes de los asistentes es esencial.

Ese cerebro mamífero primitivo es también nuestro cerebro emocional (sistema límbico). Es una constante en todas las especies mamíferas que la parturienta necesita una atmósfera de intimidad y recogimiento, de seguridad física y emocional, que le permita entrar en el estado de consciencia especial propio del parto. Cuando este estado de intimidad se impide, cuando una hembra mamífera se siente amenazada, o incluso indiscretamente observada, el parto se interrumpe: las hormonas del estrés inhiben las hormonas del parto.

Esto pone de relevancia la enorme importancia del estado emocional de la madre y cómo influye en él el soporte emocional y el trato que recibe, así como las condiciones y el ambiente en que transcurre el parto. La forma en que se trata a la mujer de parto puede condicionar totalmente su progreso. Por ello, las primeras recomendaciones de la OMS no se refieren a los aspectos técnicos, sino emocionales y psicológicos: Debe fomentarse una atención obstétrica crítica con la atención tecnológica al parto y respetuosa con los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del parto.

Ambiente y entorno apropiado

El parto es dirigido por el cerebro mamífero (emocional), pero inhibido por el neocórtex (racional). Decía Michel Odent que es suficiente preguntar a una mujer su número de la seguridad social para que el parto se interrumpa. Debe pues evitarse todo lo que active el pensamiento racional en la mujer de parto: hablarle sin necesidad, darle órdenes o interrumpirle en su "viaje interior". También interfieren las luces, los ruidos, el frío, la prohibición de comer, la incomodidad de tener que mantener una postura determinada o estar en un lugar poco apropiado, como es el paritorio. Las condiciones necesarias para un parto fluido no difieren mucho de las condiciones idóneas para dormirse: intimidad, penumbra, silencio… todo lo que permita a la mujer ensimismarse. Dice Sheila Kitzinger que "el lugar ideal para dar a luz es el mismo que para hacer el amor".

Libertad de expresión

La represión de la expresión de dolor durante el parto tiene la consecuencia de reprimir la evolución del parto mismo. Beatrijs Smoulders, comadrona holandesa, afirma en su libro "Parto Seguro" (Editorial Médici), "Hace años, de una parturienta se esperaba que fuera fuerte y no dijera ni pío al dar a luz. En estos casos, el personal sanitario del hospital podía afirmar: "¡Qué bien lo hace la señora!". Mientras que la comadrona de hoy en día más bien pensaría: "¡Suelte un berrido de una vez, señora, y así como mínimo pasará algo". Sumergirse y aceptar el dolor es condición necesaria para la producción de endorfinas, "opiáceos" internos que amortiguan y modifican la percepción del dolor.

Libertad de movimientos y postura para el expulsivo

La posición tumbada para dilatar (enganchada al gotero y al monitor) y el potro obstétrico para el expulsivo pasarán a la historia como uno de los mayores y persistentes errores de la obstetricia.

Numerosos estudios demuestran que la posición vertical favorece el parto y la horizontal lo entorpece. En horizontal, el canal del parto se alarga y estrecha y el coxis se dirige hacia lo alto, convirtiéndose en una vía de paso más angosta para el bebé, y además cuesta arriba. En posición vertical la vagina se amplía y acorta, pero además la presión de la cabeza del bebé sobre el cuello del útero ejerce un efecto hormonal que estimula la producción interna de oxitocina, y por tanto la dilatación. La posición vertical acorta y amplía el canal del parto, permite que las articulaciones de la cadera se abran más para dar paso al bebé, facilita sus movimientos de rotación y permite que la fuerza de la gravedad le ayude en su descenso. Episiotomía y fórceps son procedimientos técnicos que sustituyen la fisiología de la mujer y la gravedad con evidentes y penosos efectos secundarios para la madre y el bebé.

La mujer debe tener la libertad de dilatar y parir en la postura que más le convenga: en cuclillas, sentada en el taburete obstétrico, a cuatro patas, de lado, colgada de alguien, de pié… El instinto indica en todo momento cual es la postura idónea mediante un lenguaje infalible: la más cómoda es también la más fisiológica.

Asistencia profesional respetuosa

Siendo la fisiología del parto tan sensible al entorno, el papel del profesional asistente es estar disponible en un discreto segundo plano, sin interferir, confiando en los recursos de la mujer para dar a luz, y aplicar los procedimientos obstétricos únicamente si hacen falta. El protagonismo del parto corresponde a la mujer.

Procedimientos naturales de abordar el dolor

La producción de endorfinas se favorece cuidando al máximo las condiciones en que transcurre el parto y evitando todo lo que pueda producir estrés. Actualmente la tendencia es a recurrir a formas inocuas y agradables de amortiguar el dolor: cambiar de postura, baño de agua caliente, masaje en la zona lumbar, masaje de pies, sentarse en pelota de goma ….

Intimidad y tiempo para recibir y acoger al bebé

El momento del nacimiento es un momento especial, mágico, en el que el estado hormonal propio del parto natural crea las condiciones para que produzca el vínculo madre-hijo, un vínculo que tiene consecuencias duraderas sobre esa relación, sobre la confianza de la mujer en su capacidad para amar y criar a su hijo, sobre el desarrollo emocional del bebé. El vínculo que el bebé crea con su madre es el troquel, la base de su capacidad para crear vínculos posteriores. Por ello el nacimiento medicalizado tiene consecuencias no sólo físicas, sino psicológicas y sociales. Madres y bebés deben estar juntos tras el nacimiento, y en todo momento, y no se justifica que un recién nacido sano sea apartado de su madre. Incluso los prematuros progresan mejor con el "método canguro" que con la incubadora, o al menos con un sistema mixto. La OMS recomienda iniciar la lactancia antes de abandonar la sala de partos.

Cordón umbilical:

El respeto por la fisiología del parto implica reconocer la función del cordón umbilical, que continúa latiendo y suministrando sangre oxigenada al bebé durante varios minutos tras el nacimiento. La naturaleza no hace nada que no sea necesario, y esos minutos son el tiempo que el recién nacido necesita para comenzar a utilizar sus pulmones sin angustia ni riesgo de privación de oxígeno. El recién nacido tiene el derecho de disponer de esos minutos y de esa sangre, y con mayor motivo si ha tenido sufrimiento fetal, ya que al iniciar la respiración la sangre acude a los pulmones en detrimento del cerebro. Pinzar el cordón inmediatamente tras el nacimiento es una práctica que, a la luz de la evidencia científica, debería haber sido abandonada.

Contrariamente a lo que se piensa, parto natural no es volver al pasado, sino recuperar la capacidad y la confianza en la propia naturaleza y rendirse ante ella. Tampoco es renunciar a la tecnología, sino adjudicarle el lugar que le corresponde: las complicaciones, los casos de riesgo. Y es que las prácticas de rutina en el paritorio no son buenas ni malas, son oportunas o inoportunas. Y cuando se imponen de forma sistemática e indiscriminada a mujeres que no las necesitan son inoportunas. La evidencia científica demuestra que el parto natural no sólo es más digno para la mujer, es también el más seguro. Por ese motivo, la Organización Mundial de la Salud recomienda una calidad de atención basada en el protagonismo de la mujer y en su fisiología, y el mínimo grado de medicalización posible.

Guia esencial para el cuidado antenatal, perinatal y postparto.

Principios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca del cuidado perinatal:

Guia esencial para el cuidado antenatal, perinatal y postparto.

Chalmers B, Mangiaterra V, Porter R. WHO principles of perinatal care: the essential antenatal, perinatal, and postpartum care course. Birth 2001; 28: 202-207.

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y meta-análisis de estudios controlados sugieren que se continúa practicando en el mundo un cuidado perinatal y uso de tecnología inapropiados, a pesar que existe aceptación generalizada acerca de principios de cuidado basados en las evidencias.


Por este motivo, han sido identificados una serie de principios acerca del cuidado perinatal y se han desarrollado materiales educativos para facilitar la implementación de los mismos por parte de la Oficina Regional de la OMS en Europa.


La Oficina Regional de la OMS para Europa recientemente desarrolló un Taller de Cuidado Perinatal en el cual se propusieron 10 principios que deberían ser considerados en el cuidado perinatal en el futuro. Estos principios fueron ratificados luego en una reunión de la Oficina Regional de la OMS para Europa y sus estados miembros (Segunda Reunión de Puntos Focales para la Salud Reproductiva/Salud de las Mujeres y los Niños en la Región Europea).

Los diez principios del Cuidado Perinatal que la OMS señaló en la reunión fueron:


El cuidado del embarazo y parto normales debe:

1. Ser no medicalizado, lo que significa que el cuidado fundamental debe ser provisto utilizando un set mínimo de intervenciones que sean necesarias y se debe aplicar la menor tecnología posible.

2. Ser basado en el uso de tecnología apropiada, lo que se define como un conjunto de acciones que incluye métodos, procedimientos, tecnología, equipamiento y otras herramientas, todas aplicadas a resolver un problema específico. Este principio está dirigido a reducir el uso excesivo de tecnología o la aplicación de tecnología sofisticada o compleja cuando procedimientos más simples pueden ser suficientes o aún ser superiores.

3. Ser basado en las evidencias, lo que significa avalado por la mejor evidencia científica disponible, y por estudios controlados aleatorizados cuando sea posible y apropiado.

4. Ser regionalizado y basado en un sistema eficiente de referencia de centros de cuidado primario a niveles de cuidado terciarios.

5. Ser multidisciplinario, con la participación de profesionales de la salud como parteras, obstetras, neonatólogos, enfermeras, educadores del parto y de la maternidad, y científicos sociales.

6. Ser integral y debe tener en cuenta las necesidades intelectuales, emocionales, sociales y culturales de las mujeres, sus niños y familias y no solamente un cuidado biológico.

7. Estar centrado en las familias y debe ser dirigido hacia las necesidades no solo de la mujer y su hijo sino de su pareja.

8. Ser apropiado teniendo en cuenta las diferentes pautas culturales para permitir y lograr sus objetivos.

9. Tener en cuenta la toma de decisión de las mujeres.

10. Respetar la privacidad, la dignidad y la confidencialidad de las mujeres.

Estos principios aseguran fuertemente la protección, la promoción y el soporte necesario para lograr un cuidado perinatal efectivo. Estos están siendo incorporados en los materiales técnicos así como también en las herramientas de monitorización y evaluación de la Oficina Regional Europea de la OMS.

Formas de cuidado que deberían ser abandonadas:

· No permitir a las mujeres que tomen decisiones acerca de su cuidado.

· Participar a los médicos en la atención de todas las mujeres.

· Insistir en el confinamiento institucional universal

· Dejar a las madres sin atención durante el trabajo de parto.

· Rasurado de rutina.

· Enema rutinario.

· Monitoreo fetal electrónico rutinario sin determinación de pH en cuero cabelludo

· Restricción de la posición materna durante el trabajo de parto

· Episiotomía rutinaria

· Repetir la cesárea en forma rutinaria luego de cesárea anterior.

· Inducción del parto en forma rutinaria antes de las 42 semanas.

· Uso de sedantes /tranquilizantes de rutina

· Uso rutinario de guantes y mascarillas en las unidades de cuidados del recién nacido

· Separar a las madres de sus hijos cuando estos se encuentran en buen estado de salud.

· Administración de agua/glucosa en forma rutinaria a los niños amamantados.

· Lactancia con restricciones.

· Distribución sin cargo de muestras de fórmulas lácteas.

· Prohibir las visitas de los familiares.

Formas de cuidado que reducen los resultados adversos del nacimiento:

· Proveer apoyo psicosocial a las mujeres.

· Contacto madre-hijo irrestricto.

· Escaso beneficio de una tasa de cesárea superior al 7%.

· Posición levantada durante el trabajo de parto.


Prácticas en el Control prenatal recomendadas para el personal de salud que realiza control prenatal:

Nutrición:

· Recibir ácido fólico antes del embarazo y durante el primer trimestre

· Suplementación con Fe solamente si éste está indicado, sabiendo que un nivel de hierro más bajo considerado habitualmente como indicador de anemia, es fisiológico durante el embarazo

Atención médica:

· Abandonar las evaluaciones tradicionales perinatales con score de riesgo, ya que las mismas no pueden predecir quiénes desarrollarán complicaciones. En lugar de esto, observar a las mujeres que no se encuentren en riesgo, permaneciendo vigilantes en todo momento ante cualquier signo fuera de lo normal. Una clasificación de “riesgo” debe ser flexible y abierta a ser revisada.

· Reducir el número recomendado de consultas prenatales para las mujeres con embarazos normales con el fin de disminuir el exceso de medicación y de hospitalización.

· Reducir el uso rutinario de exámenes ecográficos durante el embarazo a solamente “con indicación” o a una ecografía (alrededor de las 18 semanas) si se prefiere.

· Minimizar la cantidad de pruebas de tamizaje durante las consultas. Exámenes de sangre, presión arterial y exámenes de orina para pesquisar proteinuria son esenciales además de la medición de la altura uterina. Los demás estudios deben realizarse solamente si están indicados.

· Entender la sensibilidad y especificidad de cualquier prueba diagnóstica utilizada. No indicar pruebas que no tengan indicación clínica clara.

Cuidado psicosocial:

· Proveer preparación durante el embarazo, parto y para la paternidad. Brindar adecuada preparación e información como parte del cuidado. Incluir compañías que la mujer elija en esta preparación. Reconocer que los padres tienen necesidades propias como individuos y no solamente como compañeros o acompañantes de la pareja.

· Evaluar factores de riesgo psicosociales potenciales que puedan influir en la mujer y su familia. Es útil utilizar una escala como la Escala ALPHA para estos fines.

· Proveer a las madres de la historia clínica de su embarazo y parto. Las madres guardan estos documentos para asegurarse que los mismos van a estar disponibles siempre que los necesiten.

· Brindar a las mujeres información basada en evidencias científicas, y estimular su participación en las decisiones acerca de su cuidado.

· No sentirse obligados, en ningún momento del embarazo o el nacimiento, a brindar cuidados que no estuvieran basados en evidencias científicas, aunque éstos cumplieran con los intereses de la madre y el niño, y fueran requeridos por la mujer o su familia.

· Ofrecer un enfoque individualizado acerca de la atención en todo momento.

· Alentar el desarrollo de protocolos locales de atención.

Alimentación del Niño:

· Estimular la lactancia materna como el mejor método para alimentar al niño. No recomendar ninguna preparación para las mamas, ya que ésta no es efectiva.


Recomendaciones para la Atención Intraparto:

Primer estadio:

· Uso del partograma para registrar y monitorear el progreso del trabajo de parto. Limitar los exámenes vaginales para evaluar el progreso realizándolos cada 4 horas en trabajos de parto normales y cada 2 horas cuando se llegue a la línea de alerta del partograma.

· Minimizar la cantidad de intervenciones durante el trabajo de parto; particularmente evitar la introducción de cualquier dispositivo dentro de la vagina. Estimular una política de “manos libres”.

· Abandonar el uso de rasurado y enema.

· Estimular la deambulación durante el trabajo de parto.

· Usar el estetoscopio fetal para monitorear la frecuencia cardíaca fetal.

· No restringir líquidos durante el trabajo de parto, y permitir que las mujeres con trabajos de parto que progresan normalmente, ingerir comidas livianas si las necesitan.

Apoyo sicosocial:

· Proveer cuidado permanente durante el trabajo de parto y no dejar a la mujer sola.

· Estimular la presencia de una persona que la mujer elija para que la acompañe durante el trabajo de parto y el parto. Proveer “doulas” (acompañantes entrenados) en el caso de ausencia de una persona, y estimular su presencia además de la presencia de la familia, si la mujer lo requiriera. Notar que los padres no siempre son la compañía adecuada para apoyar a sus parejas, y que ellos también pueden beneficiarse de recibir un apoyo adecuado.

· Usar un sistema rotativo de parteras para facilitar el trabajo en los momentos de mayor actividad.

· Respetar la privacidad de las mujeres y su dignidad en todo momento durante el embarazo, el parto y el post parto.

· Ser sensible a las necesidades culturales y las expectativas de las mujeres y sus familias.

Período expulsivo:

· Usar una posición levantada si la mujer lo elige durante el parto. Evitar el uso de la posición supina para el parto, y particularmente la posición de litotomía (con las piernas levantadas). Abandonar las camas de parto tradicionales para los partos normales. Usar una cama standard si se elige una cama para el parto.

· No realizar episiotomía de rutina (o perineotomía o incisión mediana).

· No suturar rutinariamente los desgarros o los cortes menores: las pequeñas heridas pueden usualmente cicatrizar solas. Suturar cuando esté indicado.

· No realizar exámenes del cuello después del parto en forma rutinaria excepto que exista evidencia de hemorragia.

· Las tasas de cesárea deben ser entre 5% y 15% en cualquier institución, dependiendo del nivel de atención.

· Usar la tecnología más sencilla disponible en lugar de técnicas sofisticadas si esta tecnología está apoyada por evidencia fuerte acerca de su utilidad.

· Usar el método de Misgav Ladach (Starr) para la cesárea cuando sea posible.

· No aumentar los costos en cuidados que no sean esenciales; una compañía para brindar apoyo durante el trabajo de parto es esencial, no un lujo. Los costos de cuidados que no son necesarios (por ejemplo, televisión en las habitaciones) pueden ser cubiertos por la iniciativa privada.

Manejo del dolor:

· Evitar el uso de medicación durante el trabajo de parto. Para el manejo del dolor se deben usar preferiblemente métodos no farmacológicos, como la deambulación, el cambio de posición, masajes, relajación, respiración, acupuntura, y otros.

· Evitar la analgesia epidural como un método de rutina para calmar el dolor. Preferir la anestesia espinal/epidural a la anestesia general en la cesárea.

Recomendaciones para establecer un buen contacto madre – hijo:

Nacimiento:

· Ubicar al bebé sobre el abdomen de la madre y secarlo inmediatamente. Animar a que la madre participe. Quitar esa toalla y tapar a la madre y al niño con una segunda toalla que se encuentre seca. Mantener la cabeza del bebé tapada para minimizar la pérdida del calor.

· Cortar el cordón una vez que hayan cesado las pulsaciones del mismo mientras el bebé se encuentra con su madre, siempre y cuando no exista una hemorragia significativa.

· Incentivar el cuidado materno piel a piel con su bebé durante al menos las primeras dos horas después del parto, así como todo lo que sea posible durante el postparto inmediato y posteriormente.

Promover el amamantamiento:

· Incentivar la alimentación al niño cuando el mismo esté dando señales de que está listo para recibirla, mostrando salivación, movimientos orales, llevándose las manos a la boca y moviéndose hacia el pecho materno. No forzar la alimentación hasta que el bebé no esté listo.

· No separar al bebé de su madre en las primeras horas después del parto. Intentar realizar todos los exámenes necesarios para el recién nacido normal en la cama de la madre, en lugar de utilizar una mesa examinadora apartada.

· Retrasar la realización de los exámenes que no sean necesarios. Realizar los exámenes con la madre y el niño juntos; demorar la hora del baño por 6 horas o más.

· Demorar la profilaxis de la conjuntivitis gonocócica, para evitar que el contacto visual madre – hijo se vea alterado. Luego del nacimiento buscar los momentos apropiados, para dar la vitamina K, BCG y realizar la profilaxis de la conjuntivitis gonocócica contra la gonorrea. (en aquellas instituciones donde esté indicado).

Recomendaciones para los cuidados postparto:

Promover el contacto madre – hijo y el amamantamiento:

· Seguir las guías de la Iniciativa del Hospital Amigo del Niño para la alimentación infantil: incentive la exclusividad del amamantamiento a demanda desde el nacimiento y evite cualquier suplemento para el bebé que contenga agua, glucosa, o sustitutos de leche materna.

· Ofrecer el alojamiento conjunto para todas la madres y bebés las 24 horas del día.

· Incentivar el contacto piel a piel durante la estadía postparto en el hospital.

Apoyo psicosocial:

· Permitir la libre visita de los miembros de la familia que la mujer elija durante el postparto.

· Es ideal ofrecer comodidades para que un miembro de la familia pueda acompañar a la madre durante la noche.

Alta:

· Utilizar un criterio flexible en cuanto al momento del alta: permitir que la mujeres juzguen cuando es el momento para volver a su hogar.

· Asegurarse que exista una situación familiar adecuada y sostenedora luego del alta, si ésta no existiera realizar los arreglos necesarios para un seguimiento intensivo.

· Facilitar contactos en la comunidad y fuentes de soporte local para todas las mujeres.

· Incorporar las percepciones de las mujeres y sus parejas acerca de los cuidados, como parte de un procedimiento estándar para el cuidado efectivo y apropiado.

Planificación Familiar:

· Asegurarse de brindar consejos acerca de la planificación familiar antes del alta.


Bibliografía

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